El aviso lo hace un directivo de Rolex, Hubert du Plessix, en su calidad de presidente del Comité de Expositores de Baselworld, a través de una carta dirigida a los organizadores después de que estos mostrasen en un comunicado su «generosidad» con los expositores anunciándoles que «sólo» tendrían que abonar el 15% para la próxima edición, prevista del 28 de enero al 2 de febrero de 2021.
Los organizadores de Baselworld (MCH Group) se apoyan en que «la relación contractual no contempla la devolución del importe abonado por los expositores en casos de fuerza mayor» y por este motivo alaban como «excepcional» la oferta.
Sin embargo los expositores, encabezados por Rolex a través de su jefe de Inversiones y Logística argumentan que, al ser mayoritaria la propiedad pública del grupo (varios Cantones suizos cuentan con un 49% del accionariado), se dan las circunstancias para que puedan asumir el coste total de la preparación del evento y evitar así que sean las empresas quienes paguen parte de la factura.
Además, la carta también recordaba que el presidente del grupo MCH, Ulrich Vischer, se jactaba públicamente en una declaración del 26 de marzo señalando que «el Grupo tenía abundante liquidez«.
Las claves del conflicto
Aunque la carta está escrita en nombre de la presidencia del Comité de Expositores y du Plessix es un personaje muy respetado entre la industria, a nadie se le escapa que esta advertencia viene avalada por sus patrones, el grupo Rolex. Y Rolex es una de las dos ‘patas’ que actualmente sostiene la muy tocada feria de Basilea junto a Patek Philippe, después de la salida del Grupo Swatch del evento.
Según fuentes de la industria, Rolex se erige además como «defensora» de los pequeños y medianos expositores puesto que son ellos quienes más van a sufrir el desembolso de una edición fallida, más el recargo del 15% en su cita de 2021. Y por su parte, Baselworld no podría permitirse la salida de otro peso pesado puesto que significaría el fin de una feria que muchos consideran «herida de muerte» pese a los cambios de los últimos años en su dirección.
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El aviso lo hace un directivo de Rolex, Hubert du Plessix, en su calidad de presidente del Comité de Expositores de Baselworld, a través de una carta dirigida a los organizadores después de que estos mostrasen en un comunicado su «generosidad» con los expositores anunciándoles que «sólo» tendrían que abonar el 15% para la próxima edición, prevista del 28 de enero al 2 de febrero de 2021.
Los organizadores de Baselworld (MCH Group) se apoyan en que «la relación contractual no contempla la devolución del importe abonado por los expositores en casos de fuerza mayor» y por este motivo alaban como «excepcional» la oferta.
Sin embargo los expositores, encabezados por Rolex a través de su jefe de Inversiones y Logística argumentan que, al ser mayoritaria la propiedad pública del grupo (varios Cantones suizos cuentan con un 49% del accionariado), se dan las circunstancias para que puedan asumir el coste total de la preparación del evento y evitar así que sean las empresas quienes paguen parte de la factura.
Además, la carta también recordaba que el presidente del grupo MCH, Ulrich Vischer, se jactaba públicamente en una declaración del 26 de marzo señalando que «el Grupo tenía abundante liquidez«.
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Aunque la carta está escrita en nombre de la presidencia del Comité de Expositores y du Plessix es un personaje muy respetado entre la industria, a nadie se le escapa que esta advertencia viene avalada por sus patrones, el grupo Rolex. Y Rolex es una de las dos ‘patas’ que actualmente sostiene la muy tocada feria de Basilea junto a Patek Philippe, después de la salida del Grupo Swatch del evento.
Según fuentes de la industria, Rolex se erige además como «defensora» de los pequeños y medianos expositores puesto que son ellos quienes más van a sufrir el desembolso de una edición fallida, más el recargo del 15% en su cita de 2021. Y por su parte, Baselworld no podría permitirse la salida de otro peso pesado puesto que significaría el fin de una feria que muchos consideran «herida de muerte» pese a los cambios de los últimos años en su dirección.
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