Y pese al empleo de este documento digital supuso un 15% más que en el año 2017 en el conjunto de la economía española, en el periodo analizado las empresas joyeras emisoras de facturas electrónicas representaron únicamente el 0,02% del total, mientras las receptoras el 0,03%.
Según el informe, el empleo de la factura electrónica supuso para las empresas españolas en 2018 un ahorro de algo más de 900 millones de euros en la gestión de las facturas recibidas, y de 511 millones de euros en la gestión de las facturas emitidas.
También se habrían ahorrado, según Seres, 662.145 horas en la tramitación de las facturas recibidas y 106.963 horas en las emitidas, además de reducir de manera significativa el impacto medioambiental derivado de la eliminación del uso de papel.
Los servicios lideran el mercado
Por sectores es el sector servicios el que sigue liderando el mercado, con un 55,92% en emisión y un 58,45% en recepción. Le sigue la industria, con el 41,80% de empresas en emisión y el 36,68% en recepción, el sector primario, con el 3,06% de empresas emisoras y el 3,21% de empresas receptoras y otras actividades con el 0,71% en emisión y el 1,66% en recepción.
“En los últimos años -comenta Alberto Redondo, director de Marketing de Seres para Iberia y Latinoamérica- asistimos a un fuerte crecimiento orgánico de la factura electrónica entre las empresas españolas, que va amplificando su capilaridad geográfica y sectorial”.
Un crecimiento que, según Redondo, mantiene las tendencias: “Las medianas empresas siguen siendo el colectivo de usuarios de e-factura más importante y, al mismo ritmo, con menor escala, sigue creciendo el número de grandes y medianas empresas usuarias”.
