Desde el propio IGE, institución en la que cuentan con un departamento de Tasación propio, y forman a profesionales en este área han reconocido la dificultad de realizar esta selección, pero estos collares, pendientes y pulseras han sido, sin duda, algunas de las piezas más llamativas.
Uno de los brazaletes más interesantes ha sido L’Odyssée de Cartier, con un llamativo diamante central, talla pera y con color D, Internally Flawless y 63,66 quilates de peso, que alcanzó los 6 millones de dólares.
Tampoco se quedan atrás las pulseras de diamantes de María Antonieta, cuyo valor y origen histórico animaron una interesante puja que sobrepasó los 7 millones de euros.
Estos collares de perlas naturales también destacaron por su pasado histórico, ya que proceden de la familia de la bisabuela de la duquesa de Abercorn, Alice Sedgwick Mankiewicz (1862-1945). Alcanzó las 375.000 libras.
Los zafiros, una de las gemas más apreciadas, fueron también protagonistas gracias a estos collares de Harry Winston. Su precio de subasta rondó los 4 y 2 millones de euros respectivamente.
No faltaron, en las subastas de este año, diseños icónicos como el modelo Zip de Van Cleef & Arpels.
Una de las piezas más antiguas subastadas, y que hizo recaudar más de 550.000 libras a Sotheby’s, fue este colgante, conocido como el «Zodiaco de Arundel». Data de la época del Renacimiento, y actualmente solo se tiene conocimiento de la existencia de 3 ejemplares, contando con el subastado.
Puedes ver la galería completa, y las descripciones de las piezas, en el siguiente link.
