El monumento, erigido en el momento de la muerte de Morosini en 1694, es una losa rectangular diseñada por el arquitecto Antonio Gaspari y con decoraciones de bronce y elementos de mármol gris veteado y de Carrara. Está ubicado en la Iglesia de Santo Stefano de la ciudad, en la plaza del mismo nombre.

Su restauración, ahora completa gracias al apoyo de Pomellato , se hizo posible a través de una campaña de recaudación de fondos lanzada por la asociación en consonancia con su misión de preservar y salvaguardar el legado artístico de la ciudad.

La restauración fue realizada por las firmas Unisve y Fucina Ervas durante los meses de cierre cuando los sitios culturales estaban cerrados al público. El proyecto también contó con la colaboración del Laboratorio de Restauración y Análisis Científico del Museo de la Gallerie dell’Accademia, que investigó los rasgos estilísticos del monumento, que no fueron documentados.

Las inundaciones de 2019 alcanzaron su nivel más alto en 50 años, lo que obligó al gobierno italiano a declarar el estado de emergencia en Venecia, donde la icónica Piazza San Marco fue cerrada al público y su Basílica seriamente dañada.

En las semanas y meses posteriores al desastre natural, las marcas y los minoristas defendieron la ciudad. Por ejemplo, Pomellato, propiedad de Kering, dijo de inmediato que apoyaría a la asociación y se comprometió a donar el 10 por ciento de las ganancias de su boutique veneciana en el mes de diciembre.

Bottega Veneta se asoció con la misma asociación para apoyar la restauración de los pisos de mosaico y las paredes de mármol multicolor de la Basílica de San Marcos.

Como se informó , a principios de esta semana, el fundador y presidente de OTB, Renzo Rosso, estuvo acompañado por el tenor Andrea Bocelli en la presentación de la restauración del icónico Ponte di Rialto y los pasillos cubiertos de Rialto , iniciada por primera vez en 2012 y finalizada en 2019, lo que indica el lugar especial que ocupa el ciudad tiene para los empresarios italianos.