A diferencia del embargo general sobre las exportaciones durante la era Obama (en el periodo 2008-2016) contra el antiguo régimen del país las sanciones de ahora sólo se aplicarán a las empresas locales Myanmar Ruby Enterprise, Myanmar Imperial Jade Co., y Cancri Gems and Jewellery Co.
Aquellas sanciones levantaron fuertes críticas desde la industria norteamericana por “dañar a las personas equivocadas” ya que la gran mayoría de los productores son pequeños mineros artesanales cuyos ingresos dependen en exclusiva de esta actividad, tal y como señalan desde el Comité de Vigilancia de Joyeros (JVC, en sus siglas en inglés).
“Estas sanciones tienen como objetivo, en primer lugar, dañar a los líderes militares y restringir su actividad, y evitar que las empresas estadounidenses hagan negocios con ellos”, agregó Sara Yood, asesora principal del Comité de Vigilancia de Joyeros (JVC).
La JVC, al igual que otros grupos comerciales, ha publicado una guía para los miembros de la industria, instándolos a verificar el origen de sus gemas y dejar de hacer negocios con cualquiera de las empresas prohibidas.
Las empresas estadounidenses deben solicitar a los proveedores garantías por escrito de que las piedras preciosas de colores que les están comprando no proceden de ninguna de las entidades autorizadas. “Pero las restricciones no deberían tener un gran impacto en la cadena de suministro” añaden.
