Al contrario que en otras ocasiones el encuentro fue principalmente visual y pudimos ver una amplia cantidad de ejemplos de diseños nuevos –y clásicos renovados– explicados por sus autores o vendedores. A modo de resumen, un denominador común: conseguir atraer al público más joven hacia este mercado requiere un importante ejercicio de investigación y diseño.
Tal y como comentaba Patricia Kiley, propietaria de la galería neoyorquina Aaron Faber, “hay muchos jóvenes que están buscando cada vez más algo que les diferencie, que les defina, y una gema orgánica como la perla es uno de los artículos más apropiados”.
«Es posible reinventar las joyas de perlas y mostrar que son unas gemas que no solo pueden ser usada en bodas o por mujeres de cierta edad»
La clave como siempre, está en la innovación, la reinvención, la reinterpretación de un material milenario para que resulte atractiva a los nuevos consumidores. Y en este sentido también se habló de sostenibilidad poniendo de manifiesto que la perla es un producto orgánico que se ‘cultiva’ y, por lo tanto, se pueden conciliar producción con cuidado ambiental y lujo, recordaron en el encuentro.
Diseños ‘ganadores’
Hacemos un pequeño repaso a algunas de las piezas mostradas durante la conferencia y que dan una muestra de cómo esa reinterpetación es posible. Como apuntaba la diseñadora Melanie Georgacopoulos, «hay una relación muy estrecha entre la calidez de la perla, el riesgo de la innovación y la tradición de estilo y glamour asociadas a estas gemas orgánicas».
Tres interesantes piezas de la diseñadora británica Melanie Georgacopoulos en las que combina perlas cultivadas de agua dulce con marinas, así como diamantes, oro y mouy profusamente nácar, como podemos ver en el brazalete de la izquierda formado por placas de madreperla combinadas.
Sobre estas líneas un estilo mucho más barroco de la firma norteamericana especializada en joyería con perlas Assael. Destacan sus diseños ‘burbuja’ como en el ejemplo del anillo, así como el empleo de cabujones de otras gemas que se pueden ver en el brazalete.
En este caso un ejemplo de voluptuosidad y creativad en un anillo de la firma británica Winterson, firmado por la diseñadora de origen malayo Vicky Lew. La compañía basa buena parte de su negocio en la venta de joyería en las que las perlas son las protagonistas y trabaja con colaboradores externos que proporcionan savia fresca a sus colecciones.
Dos sorprendentes piezas del joyero y orfebre norteamericano Sean Gilson en los que aporta una sofisticada visión de la joyería con perlar de
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