No obstante Moody’s es optimista y prevé que el mercado no se recuperará hasta la segunda mitad de este año, «cuando las reglas de distanciamiento social se vuelvan más flexibles» y se levanten también las restricicones a los viajes internacionales asegura la agencia de calificación en su informe. Pero en todo caso los ingresos globales disminuirán hasta los 7.000 – 8.000 millones de dólares para 2020 en medio de menores volúmenes de ventas y precios, en comparación con la cifra estimado de 12.000 mil millones que la agencia preveía para este ejercicio a finales del año pasado.
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«Las medidas que los gobiernos de todo el mundo han tomado para contener la pandemia de coronavirus han alterado todas las etapas de la cadena de valor de los diamantes, desde los mineros, pasando por cortadores y pulidores hasta el mercado final de joyería», evidencian desde Moody’s.
Entre los grandes consumidores de diamantes la situación es dispar: Si bien China ha reabierto su comercio, el tráfico en los centros comerciales está entre el 60% y el 70% de los niveles anteriores al coronavirus. En los Estados Unidos, llevará al menos tres a cinco meses para que el volumen de clientes en las grandes superficies y en los minoristas de joyería vuelvan a la normalidad, pronostican desde a consultora.
Mejores pronósticos para 2021
Una vez que la recuperación haya recuperado su ritmo, las ventas en 2021 aumentarán entre un 20% y un 25%, hasta un total de 10.000 millones «suponiendo que no haya una segunda ola de virus que conduzca a más bloqueos» predicen desde la agencia.
Los mineros reducirán la producción de 2020 a la luz de la menor demanda y para minimizar la acumulación de inventario, agregó. Sin embargo, la producción mundial para 2020 seguirá excediendo las ventas en aproximadamente 10 millones a 20 millones de quilates, o 10% a 20% de la producción total, añaden.
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