La desaceleración en las compras mundiales del diamante a finales del año pasado que ya anunciaba el presidente del Instituto Israelí, Moti Ganz, parece ser uno de los principales motivos del retroceso en la extracción del país africano, unido a que, durante el pasado 2011, el volumen de explotación alcanzó niveles récord, llegando hasta los 4.290 millones de dólares.
La caída está relacionada también por la ralentización en la extracción de la firma concesionaria Anglo American, participada por el gigante De Beers, que tenía previsto frenar el volumen de producción en torno al 10% en 2012.
Las causas siguen siendo las mismas: la especulación registrada durante el pasado año, en que los fondos de inversión y otros especuladores 'inventaron' una demanda inexistente, que acabó desorbitando los precios en origen.
