Os recuerdo que una papelina es un pliego de papel especial con otro igual de papel vegetal en su interior con los mismos pliegues y que sirve para llevar piedras, sueltas o por lotes. Esta presentación es habitual entre profesionales, de tal manera que los pedreros que enseñan sus piedras en estas papelinas y ven que su cliente no las pliega bien, consideran que no tiene ni idea y que no está habituado a trabajar con este método, con lo que puede quedar al descubierto tu falta de conocimientos. [...]
Me las muestra con mucha emoción. Las compró en un viaje a Colombia de vacaciones junto con su mujer y en aquel momento disponía de un poco de capital para poder invertir en unas gemas, en previsión de que si algún día pasaba algo, tendría un valor seguro, fácil de realizar, y ganando dinero porque las compró en origen hace tiempo.
Sin hablar de precios les expliqué brevemente las características que hacen que una gema sea atractiva y pueda tener mas o menos valor, les enseñé algunas esmeraldas colombianas en diferentes tamaños y de diferentes transparencias, entendieron que una gema tiene que tener transparencia, es decir pocas inclusiones o imperfecciones internas, solo así y con una talla proporcionada, la gema devolverá toda la luz que le entra, es lo que los gemólogos y pedreros decimos que una piedra tiene "vida". Luego les hablé del color, ese verde azulado intenso característico que de las esmeraldas colombianas, intenso pero no tan saturado que cuando las ves a un metro de distancia parecen negras de lo oscuras que son.
Llegado este punto, empecé a hablar de precios. Fue entonces cuando las expresiones de este matrimonio iban cambiando poco a poco y con un semblante de desilusión y de sentirse engañados, además de ver como sus ahorros en gemas se esfumaban en unos minutos. Compraron o en este caso les vendieron con la perspectiva de turista que se supone que no volverá y su ignorancia en el campo de las gemas, unas esmeraldas oscuras, casi negras, llenas de inclusiones que les daban un aspecto traslúcido, sin transparencia, sin 'vida' de 1,50 a 2,00 quilates y en talla pera, cuando lo normal es tener una esmeralda en talla ‘esmeralda’ (es mas demandada) a unos precios por quilate que aquí en España puedes encontrar por el mismo precio una calidad muchísimo mejor. [...]
Esta no ha sido la única vez que vivimos esta situación. Son muchas las personas que han estado de viaje en Colombia y de paso se traen un lote de esmeraldas, como si fuera la panacea, pensando luego lo vendo en España y me saco el viaje gratis. La mayoría de veces estas esmeraldas son malvendidas y contribuyen al desprestigio general.
Los vendedores avispados colocan a los turistas incautos piedras que habitualmente no venden, por ser de diferentes tamaños, de diferentes tallas, de diferentes tonos y transparencias, en muchos casos, pequeñas, oscuras y a precios desorbitados. Se valoran mas las parejas o tríos de piedras, con el mismo color, la misma talla y medida, de igual transparencia y vida. Son mas vendibles para realizar un par de pendientes y sortija.
*El artículo completo, en la edición de Enero de GOLD&TIME