
Bautizado L' Horloge Porte- bonheurE, el proyecto se puso en marcha en 2008 para celebrar el 400 aniversario de la ciudad de Quebec, la ciudad de habla francesa más grande de América del Norte. Han pasado cuatro años desde que los ingenieros de Richard Mille, en colaboración con la Universidad de Porrentruy y Neuchâtel hayan finalmente materializado el curioso regalo.
El reloj ha necesitado 6.571 horas de desarrollo, 5.451 componentes y otras 3.952 horas de montaje y ajuste. La caja de es acero inoxidable y recuerda el diseño dinámico y curvo de las cajas tradicionales de Richard Mille. Aunque hasta ahí todo parecido, puesto que con un peso de 1.913 kilos, sus componentes son entre 300 y 500 veces más grandes de lo habitual y pesa 100.000 veces más que el RM 27-01 de Rafael Nadal.
Con sus 3,5 metros de altura, el mecanismo tiene dos caras que muestran dos pantallas diferentes: por un lado se puede ver la hora y los minutos, mientras que la otra cara muestra los segundos, minutos, horas y un calendario perpetuo. En total, el reloj cuenta con 3.600 partes de latón, acero inoxidable, titanio, aluminio, cerámica y rubí, que pueden verse a través del cristal antirreflectante que muestra el movimiento.