La historia de la empresa va más allá de una trayectoria profesional pura; de hecho, esta trayectoria es el resultado de una filosofía de vida. Habla de una persona que encontró el lugar donde le gustaba vivir y decidió hacerlo allí. Pensó como podría mantenerse, y decidió que haciendo joyas y podría vivir en él. Aprendió a hacer joyería de forma autodidacta interpretando su entorno y lo hizo de una manera personal.

Con su inseparable compañera Dolors fueron capaces de construir la necesaria estructura empresarial, también de forma autodidacta, que hoy continúa sus hijos Roc y Savina. Encontró un lenguaje propio reconocible que ha trascendido el ámbito profesional, generando tendencia en el sector y en las escuelas.
Logró combinar la actividad dentro del circuito comercial internacional paralelamente a la realización de exposiciones en el campo del arte, colocando su trabajo personal en muchas galerías de arte y museos como el MAD (Museo de Artes y diseño en Nueva York).

Padre e hijo crean unas piezas que conforman un universo rico en matices, texturas y diversidad de materiales. El resultado son unas joyas potentes y a la vez llenas de emotividad, con ecos étnicos y arcaicos, que giran en torno al Mundo Mediterráneo, su luz y colores, su diversidad de culturas y pueblos y su riqueza natural. Son piezas abstractas pero que remiten a fragmentos de naturaleza, y destilan la autenticidad de un artista que este año cumple 40 años en el mundo de la joyería de autor.