La línea que distingue la relojería de la joyería se vuelve cada vez más difusa, especialmente en un contexto donde la industria relojera se enfrenta al interesante reto de atender las demandas del público femenino, que muestra un creciente interés por este sector. Esta nueva dinámica está impulsando una tendencia que alcanzará su punto culminante en 2025: los relojes-joya.
Con el objetivo de ser escuchada por la industria relojera, la mujer está transformando los relojes en auténticas joyas, apreciando cada paso artesanal y metódico que implica su elaboración. Cada vez más informadas sobre el mundo que rodea a este sector, las mujeres actuales buscan una conexión entre la excelencia y calidad de los relojes, así como un diseño impecable. De esta manera, están estableciendo la tendencia que dominará en 2025.
Formas y modelos
Una tendencia que desafía las convenciones relojeras y, al mismo tiempo, recupera estilos de décadas pasadas se ha manifestado a lo largo de 2024. Se han observado esferas adornadas con nácar, formatos mini, brazaletes de pulsera y relojes bañados en diamantes; estos modelos se han convertido en los más anhelados. Este regreso, aunque no del todo inesperado, ha dado lugar a un estilo que se reafirma como un must: los relojes-brazalete, el ícono que resurge en 2025 y que se une a las diversas opciones para lucir la muñeca con elegancia.
Cuando se menciona el tema de los relojes-brazalete, es inevitable referirse al reloj Panthère de Cartier, diseñado en 1980 por Michèle Kanoui, quien era la directora creativa de la Maison. Este modelo tuvo un éxito inmediato y adornó las muñecas de figuras destacadas como la princesa Diana, Madonna y Jane Fonda. En la actualidad, sigue siendo una fuente de inspiración; de hecho, aunque Cartier detuvo su producción en 2004 y lo reintrodujo en 2017, sigue siendo considerado un verdadero ícono.