Hay tendencias en la Joyería que despiertan pasiones ‘encontradas’ y que consiguen sumar casi tantos adeptos como detractores. Ese es el caso de la joyería llamada ‘Steampunk’, un estilo al alza con diversos representantes entre Europa y Estados Unidos, que se define por el uso de viejas piezas de relojería que dan forma a unas joyas con cierto aire industrial de finales del s. XIX.
Supongo que tendremos que seguir escuchando que en joyería está todo inventado, imagino que los defensores de esta fosilizada teoría temen ser rescatados de los sótanos del tiempo y es desde allí, desde el tiempo pasado, desde donde se nutre esta sorprendente corriente que crece en importancia y creatividad en las últimas décadas.
Pues es el pasado, representado por los relojes y sus mecanismos, uno de los signos más utilizado por los apóstoles del movimiento Steampunk. La palabra steam significa vapor y es allí en la cúspide de la revolución industrial, en plena época victoriana, y con el vapor como principal y revolucionaria fuente de energía donde se inspiran muchos de sus creativos.
Muchas joyas steampunk son ensamblajes de máquinas, mecanismos de otros artefactos, con sus engranajes, ejes y agujas, obsesionados con el tiempo, o mejor dicho, con las mezclas de tiempos, de épocas históricas y mecánicas construyen complejas e imaginativas joyas, muchas de ellas recicladas, buscando nuevas formas cargadas de simbología.
Jorge Rojas es diseñador y joyero | joyas@jorgerojas.com
*Podrán encontrar el artículo completo en la edición de mayo del Periódico GOLD&TIME.