El Consejo Mundial del Diamante se estableció en el año 2000, con el objetivo de representar a la industria del diamante en su desarrollo, así como para implementar sistemas regulatorios para controlar el comercio de diamantes al amparo de Naciones Unidas o cubiertos por el régimen de Certificación del Proceso Kimberley.
En julio de ese año, la Federación Mundial de Bolsas de Diamantes (WFDB) y la Asociación Internacional de Fabricantes de Diamantes (IDMA) se reunieron en el 29 Congreso Mundial del Diamante en Amberes y apoyaron la creación de este órgano de la industria, responsable de la coordinación de los esfuerzos para tratar la cuestión de los "diamantes de zonas en conflicto". Como punto principal de la agenda destacaba la necesidad de dar respuesta al problema del comercio ilegal de estas piedras preciosas por parte de grupos armados en África que financiaban con ellas las guerras civiles.
El World Diamond Council reúne hoy a más de 50 organizaciones de la industria a nivel mundial: desde empresas mineras y asociaciones de comerciantes a fabricantes y minoristas. El presidente actual del World Diamond Council es Eli Izhakoff. En el año 2000, el Consejo Mundial del Diamante anunció una política de tolerancia cero en relación a los denominados “diamantes de conflicto”