Sin embargo, según la versión de Marian Aziz, antaño considerada como la “reina” de Brunei, la culpa la tiene su antigua guardaespaldas, Fatima Kumin Lim que habría sido quien robó las joyas para saldar sus deudas de juego. Las tres piezas robadas son un brazalete de oro y diamantes, valorado en 5,5 millones de dólares y dos anillos de diamantes, de 13,6 millones de dólares.
El abogado que representa a la ex mujer del sultán ha testificado ante el juez que fue la propia Lim quien le confesó el robo. Sin embargo, en este juego de pelota en el que se entremezclan acusaciones, Lim niega su primera versión señalando que fue la policía quien le forzó a declarar que había sido ella la responsable del robo.
En su defensa, Lim argumenta que ella “sólo” se encargó de vender las joyas que le había entregado la ex mujer del sultán para pagar unas deudas que, si bien estaban a su nombre, en realidad correspondían a Aziz, ya que era ella quien también jugaba en su nombre. Sea como sea, ni las joyas ni el dinero han aparecido.
Fuente: Instituto Israelí del Diamante.