Concebidas como pequeños 'tesoros' las piezas combinan el esmalte característico de la casa con formas que recuerdan a ideario de Gaudí. Un homenaje a la arquitectura barcelonesa elaborado con un gran cuidado del detalle.

Las esferas dejan pasar la luz y también la reflejan como si fueran parte de un arco iris. Destilan el aire mediterráneo de la ciudad, pero también hacen un guiño a Oriente, a lugares donde cuentan también con una larga tradición en el arte del esmaltado.