www.goldandtime.org

OPINIÓN | EDITORIAL

Apuesta europea por la re-localización

jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h
Control de calidad en una factoría de joyas china.
Control de calidad en una factoría de joyas china.

El término inglés reshoring (re-localización) es una palabra en boga últimamente en Europa. Se refiere al retorno de la producción que otrora se envió hacia países ‘emergentes’ en pro de la competitividad. Esta vuelta refleja una constante de la que cada vez las empresas se dan más cuenta: el valor de lo producido en el país es superior al ahorro que se produce enviando la producción a otros que cuentan con menores costes en términos salariales.

La crisis que atraviesa Europa ha sido también juez y parte de este fenómeno, ya que la carestía de empleo ha provocado que el cliente mire con mejores ojos el producto patrio, que genera riqueza y que se queda en el país.

Esto está ocurriendo hoy día en países como Italia, Francia y Alemania, tres de los grandes productores de joyería en la Unión Europea. Y es que, lo que las firmas están percibiendo cada vez más, es que lo que se vende fuera de sus fronteras es la creatividad, frente al precio. Eso está ocurriendo con especial incidencia en los sectores del textil y del calzado ––dos importantes indicadores debido a su dinamismo––, en los que las etiquetas del Made in Europe se ven por los consumidores extranjeros como sinónimos de calidad y buen hacer.

Este fenómeno lo hemos podido comprobar in situ durante la visita a la feria Tendence que se celebró en Frankfurt a comienzos de este mes, y en la que se percibía cómo los fabricantes de joyería (alemanes, italianos, suizos, belgas... y también españoles) se esfuerzan en destacar el carácter nacional del género que presentan, por oposición a lo fabricado en Asia. De hecho, en buena parte de los casos, la procedencia patria es prácticamente el principal slogan de la firma. Estos fabricantes ya no contemplan a China o Hong Kong como productores de mano de obra barata, sino como mercados con cientos de millones de potenciales compradores.

Las misiones comerciales de los principales países europeos así lo demuestran y, en el caso de España, la alta calidad de los acabados y la larga experiencia artesana son factores esenciales. Sólo hace falta que la recurrida ‘Marca España’ se traduzca realmente en voluntad política y en financiación para ‘acercar’ al lejano Oriente.  

Que les sea útil, ese es nuestro mayor interés.