La emblemática colección Highlife de Frederique Constant refuerza sus cimientos con una
gama de modelos femeninos de cuarzo que siguen la estela de sus antecesores automáticos; se han presentado cinco nuevas piezas. Sus movimientos no sólo presumen de una impresionante duración de la pila de 5 años, sino que ahora son más pequeños y delgados, permitiendo la llegada de un diámetro de sólo 31 mm. Cada modelo de tres agujas y fecha viene con dos correas: un brazalete de acero y chapado en oro a juego con la caja y una correa de caucho a juego con la esfera.
La emblemática colección Highlife de Frederique Constant sigue reforzando sus cimientos. Tras los modelos automáticos, se presenta una nueva gama de relojes de cuarzo, compuesta por cinco referencias. Estos relojes incorporan un movimiento con una impresionante duración de la pila de 5 años. Más fino y pequeño, el calibre de cuarzo permite un diámetro compacto de 31 mm.
Estética atemporal
Hace un siglo, durante los años 1920-1930, la relojería se liberó de la caja redonda para explorar los diseños cuadrados y rectangulares. Esta estética atemporal revive con tres modelos Classics Carrée Small Seconds. Los tres modelos incorporan un movimiento de cuarzo con una duración de la pila de dos años, una esfera plateada con agujas centrales de horas y minutos, y una subesfera de pequeño segundero.
Presentado por primera vez hace ocho años, el Classics Heart Beat Moonphase Date vuelve en una forma que se alinea con su espíritu: de inspiración clásica pero de ejecución moderna. Alojado en una caja de acero inoxidable de 40 mm, su esfera azul intenso muestra de forma prominente la icónica abertura Heart Beat -un sello distintivo de la marca- que revela el volante a las 12 horas, que acciona el calibre automático FC-335.