En 1967,
Grand Seiko presentó su primer reloj mecánico automático, el 62GS. Este modelo se distinguió por su construcción sin bisel, logrando una integración perfecta entre el cristal y la caja. Hoy, dos nuevos relojes inspirados en el diseño del 62GS se unen a la Colección Heritage, cada uno con una esfera que evoca la cautivadora belleza de los cerezos en flor al inicio de la primavera.
Ambos relojes están equipados con el Calibre 9S27, el movimiento mecánico automático más compacto de Grand Seiko. Con una caja de 30 mm de diámetro y solo 10,5 mm de grosor, estas elegantes interpretaciones del 62GS son los relojes automáticos más estilizados de Grand Seiko hasta la fecha.
Más características
Una de las características distintivas del 62GS es la elegante curvatura de los laterales de la caja. Gracias a la técnica de pulido Zaratsu, sello distintivo de Grand Seiko, estas superficies curvas brillan con una claridad impecable y sin distorsiones. En armonía con el cristal de zafiro en forma de caja, este meticuloso pulido realza la sofisticación y la elegancia del diseño sin bisel.
La versión con esfera rosa se inspira en el sakura-kakushi, un fenómeno en el que las flores de cerezo quedan delicadamente ocultas bajo un manto de nieve. Este sereno momento ocurre a principios de la primavera en el norte de Japón, donde se encuentra el Grand Seiko Studio Shizukuishi, cuna de las creaciones mecánicas de Grand Seiko.