Hasta ahí todo sereía correcto sino fuera por la contradicción, que llega cuando el principal material con el que están hecho estos bolsos es de piel de cocodrilo, un animal que se cría y se desuella únicamente para aprovechar su piel. Sus a menudo lamentables condiciones de vida, especialmente en el sureste asiático, han sido en repetidas ocasiones denunciadas por diferentes organizaciones internacionales.
El complemento está elaborado además con más de 130 quilates de zafiros, diamantes y turmalinas paraiba, y lleva en torno a las 1.000 horas de elaboración. Lo vende la firma italiana Boarini Milanesi, una empresa familiar que recuerda el «compromiso de su fundador con la eliminación del plástico en los mares».



